Sin más a que referirme, aprovecho la ocasión para saludarlo.
Siempre más allá,
El suscrito diputado ante la Asamblea Nacional, en uso de las facultades que le conceden el artículo 138 numeral 1 y el artículo 140 inc. 1 de la Constitución Política de la República de Nicaragua y los artículos 14 inciso 2 y 91 de la Ley No. 606 Ley Orgánica del Poder Legislativo, y en base a los principios establecidos en nuestra Constitución Política en su artículo 3 establece que “La lucha por la paz y por el establecimiento de un orden internacional justo, son compromisos irrenunciables de la nación nicaragüense” y en el artículo 5 señala que “Nicaragua fundamenta sus relaciones internacionales en la amistad y solidaridad entre los pueblos y reciprocidad entre los Estados. Por tanto se inhibe y proscribe todo tipo de agresión política, militar, económica, cultural y religiosa, y la intervención de los asuntos internos de otros Estados, reconoce el principio de solución pacifica de la controversias internacionales…”, tengo a bien presentar la presente Declaración Legislativa POR LA PAZ EN LIBIA Y LA REGIÓN NORTEAFRICANA, que contribuya al clamor por la vida y seguridad de los pueblos en esta región que está siendo brutalmente agredida.
Todos los esfuerzos que se hagan por la paz mundial y por el respeto a la vida e integridad de los pueblos en cualquier parte del mundo, así como el respeto a la libertad, a la libre determinación, a su integridad territorial, deben ser respaldados por esta Honorable Asamblea Nacional, como dignos representantes de este pueblo de Sandino y Darío.
Las Resoluciones No. 1514, del 14 de diciembre de 1960, y No. 1541 (XV) de 15 de diciembre de 1960 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), establece el reconociendo a la libre determinación de los pueblos, a tener derechos inalienables a la libertad, al ejercicio de su soberanía y a la integridad de sus territorio nacional de conformidad con la voluntad de los ciudadanos, sin distinción de raza, credo, ni color.
Los sucesos de los últimos días en Libia y en la región norteafricana, lejos de contribuir a los objetivos y principios de las Naciones Unidas y al respeto de los Derechos Humanos Fundamentales de los hombres y mujeres, y sobre todos de los niños y ancianos, están llevando a la violación constante de ellos y al menosprecio de la vida humana.
Organizaciones, como la Unión Africana de Naciones, el Parlacen, entre otros, han hecho un llamamiento al diálogo como sustitutivo de la muerte por las armas; clamor similar y vehemente hiciera el Papa Benedicto XVI, el pasado domingo 27 de marzo del año en curso.
Nuestros principios como Nación Nicaragüense consagrados en la Constitución Política, tales como la libertad, la justicia, el respeto a la dignidad de la persona humana, la libre cooperación internacional, la lucha por la paz y el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos, nos obliga a alzar la voz de esta Honorable Asamblea Nacional por la paz en esa convulsionada región.
Es por todo ello que solicito en mi nombre y en nombre de la bancada parlamentaria del FSLN, la aprobación de la presente Declaración Legislativa.
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POR TANTO,